La tarde del jueves 16 de marzo fue un día especial para los y las residentes el Hogar Estudiantil del establecimiento.
La actividad comenzó con un recorrido por el Hogar del equipo de gestión, docente y de tutoría, con el propósito de conversar con los y las estudiantes acerca de sus requerimientos para sentirse en casa, momento que fue muy apreciado.
Luego se realizó una tarde deportiva y recreativa (futbol, basquetbol, ping pong, taca taca), que culminó con una “choripanada” preparada por los docentes y tutores.
El momento central fue un rito celebrado en torno a un árbol en el jardín del establecimiento. Previamente, el equipo de tutoría había ubicado en el árbol un mensaje personal para cada estudiante. Luego que se diera a conocer un decálogo con los valores que sustentan la convivencia en el Liceo y en el Hogar, cada estudiante fue invitado a buscar y leer su mensaje situado en el árbol. Por su parte, los monitores del hogar recibieron del Encargado de Convivencia Escolar un pergamino que registra el decálogo de valores. Finalmente cada estudiante imprimió en colores la huella de su mano en un lienzo, como símbolo del compromiso de pertenencia y cuidado del Hogar.
Para Yaritza Muñoz, estudiante de 1° medio, “la actividad fue novedosa, entretenida y nos permitió compartir con los docentes, equipo de gestión y tutoría fuera de clases, y de manera más cercana”. A Valery Calderón, estudiante de 4° medio, le gustó la actividad “porque se preocuparon de ver lo que nos hace falta en el Hogar, para que podamos estar cómodos. Además compartimos y conversamos varios temas que a nosotros nos importan”.
La actividad contó con el apoyo del proyecto “En la confianza no está el peligro: Jóvenes del Biobío construyen proyectos de vida”, ejecutado por SEPADE con co-financiamiento de la agencia de cooperación alemana “Pan para el Mundo: Servicio Protestante para el Desarrollo”.